sábado, 21 de enero de 2012

Es como un cosquilleo. Perdon, esto no es un cosquilleo. ¡Esto es una descarga eléctrica continua! Son miles de vatios recorriéndose mi cuerpo a mil kilómetros por hora. Son ganas de correr hasta donde me lleven mis pies, y gritar. Gritar hasta que me oyan en Marte. Romperme bailando y comerte a besos. Hacer todo lo que pueda en menos de un minuto y desahogar la euforia. Es un “voy a explotar de felicidad en este mismo instante”. Es un “ quiero estar contigo a todas horas”. Son toneladas de felicidad inyectadas en mis venas que necesitan escapar por algún lado. Es como saltar de un precipicio, tu cerebro te dice que no es buena idea pero tu corazón te dice que puedes volar. 

1 comentario: